«Una empresa social» se define como una organización formal y privada cuya misión es contribuir intencionalmente a la solución de un desafío social y/o ambiental clave que afecta a las poblaciones vulnerables mediante estrategias de mercado. Hoy en día, las empresas sociales (ES) son organizaciones que, debido a su impacto, desempeñan un papel estratégico en el bienestar de la sociedad. No obstante, las ES afrontan una variedad de retos que primordialmente se atribuyen a la ausencia de un entendimiento conceptual general de las ES y a la carencia de organizaciones de soporte que ayuden con su crecimiento, entre otras barreras. Las ES pueden ser consideradas como una subsección especializada de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) pues comparten retos empresariales similares. Sin embargo, las primeras afrontan más obstáculos en su desarrollo mientras que las segundas no poseen un enfoque primario intencional respecto a la solución de asuntos de índole social o ambiental.
Más aún, las ES también tienen ventajas competitivas comerciales en un mercado que cada vez más busca bienes y productos sostenibles. Aunque esta tendencia no es sólida en el Perú, crece constantemente y tiene el potencial de proporcionar oportunidades valiosas para las mipymes que eligen ser más sostenibles. Por consiguiente, es imperativo que las mipymes, que representan el 99,6% del sector privado en el Perú, desarrollen y se comprometan con las prácticas de sostenibilidad que en última instancia contribuyen al desarrollo sostenible del país. Sin embargo, los recursos públicos disponibles para promover las mipymes sostenibles son limitados en el Perú, y esto es especialmente cierto para las ES donde estos recursos públicos son inexistentes.